Aunque los coches eléctricos llevan circulando por nuestras ciudades bastantes años, no ha dejado de investigarse en las distintas fuentes de energía para las baterías de estos automóviles. Esto, unido al creciente movimiento por la sostenibilidad, ha llevado al desarrollo de un combustible líquido recargable para coches eléctricos.
Creación de un combustible líquido recargable para coches eléctricos
Una empresa emergente estadounidense, Influit Energy, formada por antiguos investigadores del Instituto de Tecnología de la Universidad de Illinois, ha creado y comercializado un nuevo tipo de batería de flujo utilizando un líquido de alta densidad cargado eléctricamente, concretamente, un nanofluido (NEF).
Pero, ¿Cómo funciona este sistema? Se trata de dos fluidos separados en los que se disuelven componentes químicos que almacenan las cargas; estos fluidos pasan a través de una membrana de intercambio de iones (dentro de la celda electroquímica), creando el flujo de corriente eléctrica.
La gran ventaja que presenta esta batería es que se puede recargar conectándose a la red eléctrica y, además, el fluido se puede extraer, una vez descargado, y sustituirlo por uno cargado.
Características de este combustible
Este grupo de investigación, tras años de trabajo ha creado el primer combustible eléctrico no inflamable, un fluido recargable en estaciones de carga procedentes de energías renovables, útil no sólo para coches eléctricos, sino para móviles de mayores dimensiones, tales como camiones o aviones.
¿Y este sistema es mejor que las baterías de litio tradicionales? La respuesta es sí, esta batería ofrece una densidad de energía más de un 20 % superior a las de iones de litio, con el coste reducido a la mitad. Además, esta empresa está investigando una batería de segunda generación, que multiplicaría por cuatro o cinco la densidad de energía de las baterías de litio y reduciría el coste a sólo un tercio. Esta batería de segunda generación contará con un mayor rango de temperatura de funcionamiento.
Próximos Proyectos
Actualmente, con el éxito de su batería de flujo, tiene otros proyectos financiados orientados a la comercialización de su tecnología y lograr un ciclo cerrado de energía. Para ello, cuentan con el apoyo de DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa) en las baterías para coches y otros automóviles eléctricos, un cargador de carga rápida de fluidos y un sistema de control financiado por la NASA y una boquilla de reabastecimiento para completar el ciclo, gracias a AFWERX (un programa de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos).
dado que la batería de flujo NEF de Influit Energy se puede recargar fácilmente y su sostenibilidad frente a combustibles fósiles, se prevé un crecimiento en la demanda de este tipo de baterías para los coches eléctricos, así como una optimización de dichas baterías para obtener más energía en menor volumen.
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